Hace unos días estuve en una Cata de aceite, el evento #Vivanlosolivos lo organizaba +Google Local Madrid, en Sensaciones Españolas-Gourmet Spanish House, un local situado en la calle Hileras 6 en pleno corazón de Madrid.
Daniel, nuestro catador, era de la empresa Lozagal de Jaen, su aceite procede de Jimena, una localidad situada en el Parque Natural de Sierra Mágina. Comercializan dos tipos de aceite, un arbequina y otro picual.
Empezó con una introducción sobre el proceso de elaboración del aceite, desde la recolección, hasta la molienda, batido, prensado y almacenamiento. Nos enseñó la forma en que se separaban los sólidos de los liquídos, la centrifugación, decantación y conservación. Como curiosidad nos indicó que ahora aprovechan los huesos de aceituna para combustibles, antiguamente estos huesos se desechaban.
La recolección de su aceite empieza en el mes de noviembre, y el contenido en polifenoles cambia a lo largo de la maduración, estas variaciones afectan a los aromas y sabores del aceite.
También nos habló de los distintos tipos de aceite: aceite de oliva, aceite de oliva virgen y aceite de oliva virgen extra, y luego estaba el aceite de oliva lampante, que era un Daaceite virgen muy defectuoso, que no se podía consumir y antiguamente se usaba como combustible para las lamparas o candiles.
Después de toda la introducción empezó la cata, nos enseño la copa oficial que usan los catadores oficiales, es un vaso azul, nosotros en cambio la hicimos en una copa transparente.
La vista no es lo más importante en una cata, ya que el primer aceite que vimos tenía un bonito color. Primero, lo que teníamos que hacer era calentar la copa con nuestras manos, para que el aceite se calentara y tuviera más olor, entonces es cuando pasamos a la fase olfativa, debíamos imaginar algún olor relacionado con este aceite, y luego al final, debíamos probarlo. Todos pensabamos que era un buen aceite, y cuando ya lo habíamos probado nos contó que era un aceite rancio, y este aceite es el que podemos encontrar muchas veces en los supermercados, y está etiquetado como aceite de oliva virgen extra.
Después de esta prueba ya empezamos con los verdaderos aceites, en un papel fuimos anotando cuales eran nuestros sabores. Teníamos que encontrar cual era el más amargo o más picante, y si eran frutados o no.
El primer aceite era arbequina, y era poco amargo y poco picante, y maduro. En cambio, el segundo era picual, un aceite ecológico, un poco más amargo, y también más picante.
Entre un aceite y otro nos tomamos un poco de manzana, que nos ayudó a limpiar el aceite de nuestra boca.
Este segundo aceite, Novem, era oliva virgen extra ecológico, y estaba envasado en una botella metálica, con una tapa con sistema antigoteo, con un diseño muy original.
Y por último hicimos un maridaje con queso blanco fresco y aceite, este aceite realza el sabor de los alimentos, y en este caso con este queso lo pudimos comprobar.
Al final, fue una tarde muy completa, es muy interesante conocer y distinguir el aceite, poder encontrar sabores que antes no hubiéramos podido adivinar.
Y esta es la foto del grupo, ya un poquito más experto en catar aceites:
1 Comentarios
Te he dejado un regalito en mi blog, pásate cuando quieras a recojerlo. Besos
ResponderEliminarhttp://lacocinavioletadecarol.blogspot.com.es/2013/05/septimo-premio-para-mi-blog.html
Gracias por comentar. Espero tus sugerencias