Los mercados de abastos han sido siempre el lugar de encuentro entre fabricantes y productores y sus clientes. En la actualidad, pese a la gran cantidad de supermercados y grandes superficies, yo lo sigo prefiriendo para comprar alimentos frescos como fruta y verdura, y carne y pescado. Ya os he enseñado algunos por Madrid, ahora vamos a repasar algunos de Barcelona.
El Mercado de Santa Caterina es otro de los imprescindibles. Está situado en el distrito de Ciutat Vella, muy cerca de la catedral de Barcelona y de la Vía Laietana. Fue el primer mercado cubierto, cuyas obras empezaron en 1844. Hace unos años fue objeto de una espectacular remodelación, según el proyecto del arquitecto Enric Miralles, que supuso la construcción de una nueva cubierta de acero, hormigón, madera y cerámica que flota sobre la estructura original y que se ha convertido en el elemento más emblemático: son 325.000 piezas de arenisca esmaltada de sesenta y siete colores diferentes que forman un colorido mosaico que quiere reproducir los colores de los puestos de frutas y verduras.
El Mercado de la Concepció es otro de los mercados más importantes de Barcelona. Está situado en el centro de una isla de la derecha de L'Eixample, rodeada por las calles de Aragó, València, Bruc y Girona. Se inauguró en 1888 y destaca por su estructura de hierro. Es ancho, bien ordenado y con todos los servicios, y tiene puestos coloridos de flores en la fachada de la calle de València.
Acabamos con el mercado del Borne (Mercat del Born en catalán) que fue un mercado municipal de Barcelona y actualmente es un centro cultural que acoge diversos restos arqueológicos.. Situado en el paseo del Borne, en el barrio de la Ribera (en el distrito de Ciutat Vella, casco antiguo de Barcelona) su arquitectura, su ubicación y sus numerosas y atractivas paradas,lo han convertido en un punto de interés turístico.
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